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EL PUNTO DE LAS ARTES

Nacimiento y ocaso; el paisaje de Bujalance

EL PUNTO DE LAS ARTES 19 de noviembre de1993

 

En torno al paisaje» es una individual que celebra estos días en la Galería Mateo Inurria el pintor Antonio Bujalance. Natural de la localidad cordobesa de Doña Mencía, comenzó a estudiar arte en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad, para pasar luego a la Universidad de BB.AA. de Sevilla estudios superiores que completa con diversos cursos de pintura mural y cerámica en Barcelona y Burgos. Actualmente es profesor en la Escuela de Artes Aplicadas de Córdoba.

EL PUNTO DE LAS ARTES

Antonio Bujalance. Secuencias (1968 - 2003)

Antonio Bujalance expone en la galería de Cajasur Gran Capitan

Carlos Delgado, El punto de las Artes, 7 de mayo 2013

Una aproximación al trabajo realizado por Antonio Bujalance (1934. Doña Mencía, Córdoba) durante el período 1968-2003, como es la muestra retrospectiva que estos días tiene lugar en la sala de exposiciones Cajasur, pone inmediatamente de manifiesto la nítida coherencia de su desarrollo plástico. A lo largo del viaje que nos propone el artista, su obra se ha ido articulando preferentemente en diversas series que han organizando sus principales ideas plásticas. Esta coherente vía evolutiva ha tenido en el tema del paisaje uno de sus principales hitos, y se convertirá en un género idóneo con el cual desarrollar su elegante ritmo plástico.

EL PUNTO DE LAS ARTES

El universo pictórico de Antonio Bujalance

Antonio Bujalance expone en la galería de Cajasur Gran Capitán

El punto de las Artes, del 7 al 13 de febrero de 1997

Compuesta por una serie de acrílicos y técnicas mixtas sobre diversos soportes, las actuales obras del pintor Antonio Bujalance constituyen un sugerente y único universo de fascinantes abstracciones por el cual fluyen corrientes de agua, se fosilizan seres primigenios o renuevan sus brotes antiguas plantas dormidas en el interior de unas tierras arcaicas. Sobre las pinturas de Bujalance caben múltiples interpretaciones y lecturas, tan variadas como lo son en su riqueza plástica los infinitos matices cromáticos, texturas e impresiones luminosas que construyen a modo de orogénesis activa todo este mundo en expansión conformador de realidades sustentadoras también de cuán intensa y prolongada historia de la vida. Más allá del tiempo y acotando en la medida de lo posible un espacio que se nos abre sin límite hacia los mismos confines de la tierra, parecen respirar unas pinturas, una materia que se transforma en ese milagro de hacer y deshacer quedando para siempre convertido el pigmento en entraña de un planeta ancestral, en magma, en fuego, en tierra, en aire y agua, en esencia atrapada de algo que no alcanzamos a entender del todo si no es a través de esa fe compartida por el hombre muchas veces tan solo explicable mediante lo enigmático del arte. Lo importante es que a pesar de lo poco propicio a sueños y fantasías del hombre actual, existen todavía seres en nuestro entorno que creen en esa especie de mágica transmutación de la pintura, artífice aún hoy de tantos maravillosos encantamientos.